El verano de 1979 cambió para siempre la historia del baloncesto americano. Por desgracia, su prematura muerte en accidente de tráfico en el verano de 1993 impidió que pudiéramos ver cuál habría sido el techo del croata en la NBA. El resultado, una plantilla que dominó con mano de hierro la liga hasta el segundo adiós de Jordan en el verano del ’98. Ocho años después, ya sin Sampson y con una plantilla con jóvenes talentos como Robert Horry o Sam Casell, los Rockets se llevaron el título ante los New York Knicks en siete partidos con Olajuwon como MVP. Tras su exitoso paso por el banquillo de Lakers en los ochenta, Pat Riley llegó en 1992 a los New York Knicks con la intención de llevar el título de nuevo a la Gran Manzana. El considerado por los expertos como el mejor jugador que ha pisado nunca una cancha de baloncesto, guió a la franquicia de Illinois a seis títulos de la NBA entre 1991 y 1998, acompañado por Phil Jackson en el banquillo y de un guardaespaldas de lujo como Scottie Pippen.
Y esta fue la base del equipo que con Pat Riley en el banquillo dominó la década con un estilo de juego muy marcado: rebotear y correr a una velocidad endiablada que permitía a Magic desplegar todo su talento asistiendo y que en Estados Unidos se conoció como el Showtime. En julio de 2019, los Lakers ficharon a Anthony Davis en un traspaso a tres bandas en el que enviaron a Isaac Bonga, Jemerrio Jones, Moritz Wagner y una elección de segunda ronda del Draft de 2022 a los Washington Wizards y a Lonzo Ball, Josh Hart, De’Andre Hunter, Brandon Ingram, dinero y las elecciones de primera ronda de los Drafts de 2021, 2023 y 2024 a los New Orleans Pelicans. En la manga derecha lleva termosellado el logo del equipo en goma y en la manga izquierda lleva bordada la insignia de New Era. Las canchas vacías pasaron a estar abarrotadas y a tener espectadores de lujo procedentes del mundo del cine como Jack Nicholson (hincha de los Lakers) o Woody Allen (un habitual en los partidos de los New York Knicks en el Madison Square Garden) y el fenómeno de la NBA traspasó las fronteras norteamericanas, provocando que los aficionados europeos al baloncesto trasnocharan para seguir a los mejores jugadores del mundo.
Y pese a que se retiraron sin anillo, estos dos miembros del Hall of Fame brindaron a los aficionados de los Jazz el mejor baloncesto que se ha visto nunca en Salt Lake City. Los uniformes constan de una camiseta larga y cómoda, que en la parte delantera tiene el logo del equipo y en la parte trasera el número y nombre del jugador. A fin de cuentas, es un destino muy lejano, con una cultura muy alejada y -las cosas como son- no tenemos demasiada información sobre él en España. El equipo estaba liderado por Isiah Thomas, un base con un talento descomunal pero a la vez con un temperamento difícil de controlar que le hizo perder los papeles muchas veces sobre la cancha. La camiseta de Thomas, por 39,99 euros. La camiseta de Pippen, desde 78,88 euros. Nuestros adorables conjuntos de camiseta sin mangas y pantalón corto les darán un aire profesional en un abrir y cerrar de ojos, mientras que nuestros pijamas de equipos te harán la vida más fácil cuando llegue la hora de irse a dormir. Fue el año que más cerca estuvo del título El Gordo Barkley, sin duda uno de los mejores ala-pívot de la historia de la liga.
Este es el caso de Charles Barkley, que llegó a la liga en 1984 con Jordan y que se retiró sin anillo en el año 2000. Barkley recaló en unos Sixers en decadencia tras su victoria en 1983, y a pesar de protagonizar grandes actuaciones en playoffs, no pudo llevar a los de Philadelphia a las Finales. La camiseta de Charles Barkley, por 30,17 euros. La camiseta de Clyde Drexler, desde 87,78 euros. Un año después y tras incorporar a Clyde Drexler, los Rockets repetirían título con el nigeriano de nuevo como jugador más valioso. Michael Jordan es, señalado mayoritariamente, como el mejor jugador de la historia del baloncesto. Durante la estancia del equipo en Mineápolis, los partidos se disputaban en el Minneapolis Auditorium, aunque en varias ocasiones tuvieron que alternarlo con el Minneapolis Armory y con el St. El pívot jamaicano Patrick Ewing fue el principal baluarte de estos Knicks durante los ’90 y aunque se convirtió en un habitual del All Star prácticamente desde su llegada a la liga en 1985, no pudo culminar su carera con el ansiado título de la NBA.